Un divorcio incluyó una “pensión felina” el exesposo pagará 330 dólares cada 3 meses por sus dos gatos

Un divorcio en Turquía sorprendió a la opinión pública por incluir algo poco común una pensión felina. El caso se volvió viral tras conocerse que el exesposo deberá pagar 330 dólares cada tres meses para cubrir los gastos de sus dos gatos. El acuerdo tendrá vigencia por diez años o hasta que los animales fallezcan.
Un acuerdo inédito en los tribunales turcos
El caso fue publicado por medios locales. Según los documentos judiciales, los gatos permanecerán bajo el cuidado de la exesposa. El monto será ajustado periódicamente de acuerdo con la inflación.
El detalle llamó la atención porque marca un precedente en la legislación turca, donde las mascotas aún son consideradas propiedad y no parte de la familia. Abogados especializados señalaron que los tribunales turcos han empezado a aceptar acuerdos centrados en el bienestar animal. Este cambio muestra una transformación social importante. Antes, los jueces solo resolvían los aspectos económicos y no consideraban el vínculo emocional entre las personas y sus mascotas.
La “pensión felina” y el avance del bienestar animal
Expertos en derecho familiar explicaron que la pensión felina refleja un cambio en la manera de entender las relaciones entre humanos y animales. Cada vez más parejas incluyen a sus mascotas en los acuerdos de separación. Los jueces, en consecuencia, han comenzado a evaluar el interés y el bienestar del animal, tal como ocurre con los hijos en casos de custodia.
El caso también encendió el debate público sobre el lugar de los animales dentro del hogar. En redes sociales, muchos usuarios consideraron el fallo un gesto de empatía y responsabilidad. Otros lo vieron como una muestra del cambio generacional en la forma de convivir con las mascotas.
Más allá de las opiniones, el acuerdo demuestra que la justicia puede adaptarse a nuevas realidades familiares. Hoy las mascotas son vistas como parte de la vida afectiva y no solo como una pertenencia legal.
Una tendencia que crece en el mundo
Este caso no es el único. En los últimos años, países como España, Francia y Argentina han comenzado a reconocer a los animales como seres sintientes dentro de sus leyes civiles. Esa definición les da derechos básicos y permite incluirlos en acuerdos de custodia y manutención.
Con esta resolución, Turquía se suma a una corriente global que busca proteger el bienestar animal desde el ámbito legal. La llamada “pensión felina” no solo cubre alimento y atención veterinaria. También implica un compromiso de cuidado, respeto y acompañamiento. Representa un paso hacia una nueva forma de entender la familia y la responsabilidad compartida.
 
						 
			