
SANTO DOMINGO.-Los residentes del sector Los Guarinos, en Villa Mella, denuncian con desesperación ante el mal estado de las calles, que se han convertido en un verdadero peligro para conductores, peatones y residentes.
La comunidad exige a las autoridades municipales, especialmente a la alcaldesa de Santo Domingo Norte, una respuesta urgente a una situación que califican como crítica.
“La calle está intransitable. El agua la ha destruido por completo. Queremos que la síndica haga algo, porque lo prometió, pero hasta ahora, nada de nada”, expresó Virginia Rodríguez, una de las vecinas afectadas.
Las lluvias recientes han agravado el deterioro, haciendo que transitar por la zona sea prácticamente imposible. Según narran los comunitarios, vehículos se dañan constantemente y los accidentes son frecuentes.
“Ahí se cayó una doña los otros días; tuve que dejar todo botado para ayudarla. Los motores se voltean, los carros se están desbaratando”, relató otra vecina, Amparo Cueva.
Los moradores recuerdan que en gestiones anteriores sí se tomaron acciones. “Francisco, que era síndico, la arregló. Eso fue delante de Dios. Pero con los camiones y todo eso, la calle se volvió a dañar. Ahora nadie hace nada”, lamentó un residente.
Pese al abandono actual, la comunidad mantiene la esperanza. Aseguran que el actual síndico, conocido como “Bete”, prometió intervenir la vía. También mencionaron a un diputado apodado “Junio, el pastor”, quien habría hecho una reunión en casa de una residente para prometer la reparación en un plazo de 15 días a un mes.
Mientras tanto, los vecinos descartan acciones violentas y apuestan por la organización. “No vamos a hacer escándalos. Vamos a hacer una reunión, llamar a la prensa de nuevo, unirnos 10 o 15 mujeres si es necesario. Pero esto hay que arreglarlo en paz”, enfatizó Amparo.
El problema, sin embargo, no se limita solo a las calles. Los residentes también denuncian deficiencias en la recogida de basura y falta de limpieza en el entorno. “Mire el desorden que hay. La basura no la recogen bien, no limpian…”, agregó una vecina.
Pese a los múltiples reclamos, aseguran que el suministro de agua se mantiene estable, lo cual representa uno de los pocos servicios que funciona con regularidad.
La comunidad de Los Guarinos espera que sus llamados sean escuchados y que, finalmente, las autoridades cumplan sus promesas. “Vamos a ver si Dios nos ayuda”, concluyó una de las residentes con fe y resignación.