KIEV.- En Ucrania predomina sobre todo la decepción. Tras el último encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zeleneski, Kiev esperaba que Washington le suministrara los misiles de crucero Tomahawk.
Sin embargo, después de una llamada telefónica entre Trump y presidente ruso, Vladimir Putin, y el anuncio de conversaciones conjuntas en Budapest, la situación dio un giro. Según informa el medio Axios, Trump afirmó que, por ahora, no entregaría Tomahawks a Ucrania, ya que daba prioridad a la solución diplomática.
Volodimir Horbatsch, experto del Instituto Ucraniano para la Transformación de Eurasia del Norte (INET), considera que era inevitable, pero también correcto, que la delegación ucraniana se reuniera con Trump antes del encuentro previsto en Budapest. Ucrania, simplemente, no tenía otra opción.
TOMAHAWKS COMO ARMA POLITICA Y PSICOLOGICA
En tanto, el politólogo ucraniano Vadim Denisenko opina que las insinuaciones de Trump son sobre todo una señal para Moscú, con la intención de inducir a Putin a llegar a un acuerdo.
Denisenko sospecha que Trump le dio un ultimátum a Zelenski: que busque un alto al fuego con Putin y acepte sus exigencias, como permitir partidos rusos en las elecciones, reconocer a la Iglesia Ortodoxa Rusa y establecer el ruso como idioma oficial en Ucrania.
Ivan Us, del Instituto de Estudios Estratégicos en Kiev, cree que Trump quiere seguir usando los misiles Tomahawks como herramienta de presión política para obtener concesiones del Kremlin, y por eso Ucrania no recibirá los misiles, al menos por el momento.
«La delegación ucraniana regresa a casa sin Tomahawks, pero hay acuerdos sobre otros tipos de armas e información de inteligencia», plantea.
ZELENSKI: NOSOTROS NO EMPEZAMOS ESTA GUERRA
«Dejemos que ambos reclamen la victoria, que la historia decida», escribió Trump en su plataforma Truth Social. Ambas partes deberían poner fin a los asesinatos «y llegar a un acuerdo», agregó.
Zelenski no le contradijo, pero subrayó: «La cuestión está en manos de Putin, porque nosotros no empezamos esta guerra».
Hasta ahora, los representantes del Gobierno ucraniano no se han pronunciado oficialmente sobre la propuesta de Trump de poner fin a la guerra en su estado actual. Es posible que las autoridades ucranianas estén buscando ahora consultas al respecto con sus socios europeos.
CRITICAS Y DECEPCION
Volodimir Ariev, del partido opositor «Solidaridad Europea», acusa al Gobierno de Zelenski de haber desaprovechado la influencia de Trump para presionar determinadamente a Rusia mediante la ayuda a Ucrania.
Trump está oscilando entre el deseo de terminar otra guerra y la esperanza de obtener concesiones políticas o económicas de Moscú. Según Ariev, el plan de Trump no contempla más medidas contra la agresión de Putin, incluso si se le pudiera convencer a este de que cese el combate.
Por eso, el político ucraniano exige que su país se prepare para su propia defensa: «Incluso si Trump detiene la guerra en la actual línea del frente, eso no sería una paz definitiva, solo una breve pausa en la que deberíamos convertir a Ucrania en una fortaleza militar».
jt-am
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