
SANTO DOMINGO, RD.- El exalcalde de Lima y empresario Rafael López Aliaga, de 64 años, confirmó su candidatura presidencial para las elecciones del 12 de abril, renunciando recientemente a la alcaldía para concentrarse en su campaña.
Conocido popularmente como “Porky”, López Aliaga busca la revancha tras perder los comicios de 2021 y se posiciona como una alternativa de mano dura frente al incremento de la violencia y el crimen organizado que afecta al país.
Su propuesta incluye la implementación de tribunales militares para juzgar extorsionadores y sicarios, y la posibilidad de enviar criminales a complejos penitenciarios inspirados en modelos internacionales, como los aplicados por Nayib Bukele en El Salvador.
Además, el candidato promete “dar estabilidad económica” y “quitar los miedos” a los peruanos, en un contexto marcado por la destitución de la presidenta Dina Boluarte y la asunción del jefe del Congreso, José Jerí, como nuevo mandatario.
Esta es la séptima presidencia en la última década, reflejo de la inestabilidad política que atraviesa el país.
El apodo “Porky”, transformado en símbolo político, ha sido clave en su estrategia de cercanía con los votantes. Durante su primera campaña, López Aliaga firmaba imágenes de caricatura y recibió regalos de cerditos de peluche de sus seguidores.
Incluso bautizó a su mascota “Worky” para destacar su “amor por el trabajo”. Sin embargo, este uso fue cuestionado por la justicia electoral por considerarse propaganda política prohibida para funcionarios.
López Aliaga también enfrenta investigaciones por presunto lavado de activos durante su etapa como empresario y alcalde, hechos que él niega. Sus posturas conservadoras, como el rechazo al aborto y la eutanasia, así como su abierta confrontación con medios de comunicación críticos, lo han colocado en el centro del debate.
Fuera de Lima, sus decisiones municipales han sido calificadas como autoritarias y excluyentes, según denuncias de ciudadanos de provincias que no pudieron ingresar a la capital durante marchas o eventos.
Analistas políticos señalan que, a pesar de las críticas, López Aliaga ha logrado consolidar su imagen como un líder dispuesto a enfrentar la inseguridad, combinando carisma con un discurso de mano dura que resuena en gran parte del electorado.
La candidatura de “Porky” marca un nuevo capítulo en la inestabilidad política peruana, mientras los ciudadanos buscan soluciones rápidas y radicales ante la escalada de criminalidad.