viernes, octubre 24, 2025
Opinion

Petro representa la muerte del Estado colombiano

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EL AUTOR es periodista. Reside en Colombia.

Al leer en este periódico digital justo el día lunes 20 de octubre del presente año el articulo de Miguel Espaillat Grullón sobre Gustavo Petro, sentí la necesidad de responderle como si fuera yo un colombiano más, debido a los 16 años que residí en ese país suramericano (2008-2024).

De los 32 departamentos que lo componen me faltó muy poco por conocer; estuve siempre al tanto del acontecer político, ya qué ejercí el periodismo en Bogotá al lado de figuras periodísticas como Jairo Pulgarín, de los mejores del país; conocí muchos políticos del orden local y nacional, como Miguel Uribe, (QPD) a quien comencé a tratar desde 2010 cuando aspiró al Concejo de Bogotá. Durante varios años gocé de su amistad.

Lo anterior me da conocimiento de causa en el tema a presentar. Para poner al lector en contexto hay que remontarse a los años 90 cuando Colombia vivió los momentos más oscuros de la violencia generada por el narcotráfico, las guerrillas, principalmente la Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC); Ejército de Liberación Nacional (ELN) adicional varios grupos paramilitares que nacieron como defensa a los campesinos ante estos grupos al margen de la ley, aunque luego estos últimos tomaron otro rumbo y cayeron en lo mismo que las guerrillas.

Gustavo Petro

Desde estos años y hasta los primeros años del presente siglo los colombinos vivían aterrorizados con todo lo que ocurría tanto en Bogotá como en el resto del país: atentados terroristas en centros comerciales, clubes exclusivos, edificios residenciales; en cualquier calle explotaba un carro bomba o un asesinato desde una moto a cualquier transeúnte o conductor en su vehículo; los secuestros eran a diario en las carreteras colombianas, quienes hacían los retenes eran las guerrillas. Se popularizaron las masacres a familias campesinas completas.

Se asesinaron magistrados de cortes, candidatos, procurador, policías y demás militares, concejales, congresistas. Para entonces sí encajaba perfecta la frase de que: “la vida en Colombia no valía una guayaba podrida”. Hay que sumarles los reclutamientos forzosos a niños de ambos sexos con edades hasta de 8 añitos que en su mayoría terminaban violados sexualmente.

Alvaro Uribe

Todo esto se redujo a su mínima expresión durante los mandatos de Álvaro Uribe Vélez, quien gobernó 2002-2010; con su política de Seguridad Democrática devolvió la seguridad a las carreteras y territorios del país; ejecutó los más fuertes golpes a las guerrillas y al narcotráfico. esto trajo una bonanza económica a la nación porque llegaron empresas e inversionistas, se reactivó la industria petrolera, grandes marcas se instalaron en Colombia, aumentó el turismo que había desaparecido.

Fue tal la popularidad de Uribe, que su último ministro de defensa, Juan Manuel Santo, le sucedió en el poder ganando las elecciones de 2010 porque el colombiano pensó que este seguiría con la Seguridad Democrática y terminar con las guerrillas, principalmente las FARC.

Por el contrario, se enfrascó en la implementación de un proceso de paz que firmó en 2016, otorgándoles grandes privilegios a los cabecillas y todos los desmovilizados (10 curules en el congreso por dos períodos consecutivos, 5 del Senado y 5 Representante a la Cámara, directa, sin ir al escrutinio público; una jurisdicción de justicia especial -JEP- para juzgarlos a ellos, ninguno ha ido a la cárcel por los crímenes cometidos; dinero mensualmente para todos los guerrilleros desmovilizados y al momento de entregar las armas. A quienes no le han podido cumplir es a las víctimas. Muchos colombianos creen que la JEP se creó para darles impunidad a los guerrilleros).

El acuerdo no logró que el 100% de los guerrilleros se desmovilizará, ya que varios frentes se quedaron como disidencia y siguieron delinquiendo y hasta algunos de los cabecillas que se desmovilizaron formaron un nuevo frente guerrillero que le llamaron la Nueva Marquetalia, en alusión al lugar donde inició la primera FARC en 1967.

Al término de un segundo mandato de Juan Manuel Santo, quien obtuvo el premio Nobel de Paz, la guerrilla estaba otra vez secuestrando, colocando bombas, reclutando niños, mientras los cultivos de hoja de coca se duplicaron, por ende, la producción de cocaína también.

Duque

En el 2018 llega al poder Iván Duque, exsenador, a quien la gente asimiló rápido por venir de las filas del partido Centro Democrático, dirigido por Álvaro Uribe, lo llamaban su pupilo mientras la oposición le decía su títere. No fue un mal presidente porque mantuvo muy bien los índices económicos y redujo un poco la producción de coca, también, dio algunos golpes a las guerrillas; fue un abanderado de la Economía Naranja.

No optó por un segundo mandato y en 2022 le entrega el poder a Gustavo Petro, desmovilizado del grupo guerrillero M-19, el mismo grupo que secuestró por 61 días la embajada dominicana en Bogotá el 27 de febrero de 1980 (les recomiendo ver la película “La Toma”), también es responsable del asalto y quema del Palacio de Justicia de Colombia, sede de las Altas Cortes, por mandato de Pablo Escobar, para eliminar todos los expedientes de extradición de narcos a Estados Unidos.

Episodios trágicos

Es uno o el episodios más trágicos en la historia de Colombia, allí murieron 94 personas, entre ellas 11 magistrados; 200 heridos. De ese “backgraund” viene el actual presidente de Colombia, quien gana las elecciones de 2022 con una campaña basada en revuelta sociales convertida en vandalismo que dejó al país pérdida de vidas humanas y daños materiales en todos los órdenes por varios miles de millones de dólares.

Fue el paro más atroz que haya vivido la nación; se destruyeron cientos de buses de transporte, el comercio fue saqueado, incluyendo bancos; murieron civiles y uniformados.

Petro, también llega al poder de la mano del famoso acuerdo de la cárcel La Picota, donde su hermano supuestamente buscó el apoyo de cabecillas de bandas delincuenciales a cambio de hacerlo gestores de paz y ponerlos en libertad.

Hay varias denuncias. De hecho, su hijo mayor está preso por recolectar dinero del narcotráfico para la campaña, fue denunciado por su exesposa. escándalos más de corrupción desde el principio de su gobierno.

Anteriormente, mientras fue alcalde de Bogotá, estuvo envuelto en varios escándalos y sometido a la justicia, dicen que, por brindarle apoyo a la reelección del entonces presidente Santos, este lo libró de la cárcel y de una inhabilidad para ejercer cargos públicos.

Circula en las redes sociales un video donde se ve a Petro, metiendo fajos de billetes en fundas grandes de basura, supuestamente producto de un soborno que él niega.

Fracaso  

El gran fracaso de este gobierno colombiano ha sido el afamado acuerdo de Paz Total, que intentó implementar con el ELN, el Clan de Golfo y otros grupos para lo que se ha realizado diálogo en Venezuela, Cuba y México.

Amparado en este acuerdo ha sacado de la cárcel cabecillas de grupos delincuenciales, incluso, al colombo italiano Salavatore Mancuso, exjefe paramilitar, responsables de la masacre de Mapiripán, donde murieron 150 campesinos.

Más de 300 muertes, incluyendo una niña de 22 meses; desplazamientos forzado de miles de colombianos; acusado y condenado por tráfico de drogas por EE.UU. y Colombia, a esta figura Petro, lo hace gestor de paz, provocando la indignación de todo un país.

En los tres años del primer presidente de izquierda colombiano no ha logrado la paz con ningún grupo, por el contrario, se ha multiplicado la violencia y los municipios controlados por guerrilleros y narcos; ese famoso acuerdo lo que ha hecho es hacer gestores de paz a bandidos, librándolo de pagar condena en la cárcel; el crecimiento abrumador del ELN y las disidencias de las FARC.

Se han multiplicado los cultivos de hojas de coca, la producción de drogas; descertificación por parte de EE.UU. en la lucha contra las drogas; retiro de todas las ayudas al país que daba el Tío Sam.

Para rematar, Ecopetrol, la empresa que más aportaba a la economía, bajó las utilidades de 22 billones de pesos colombianos a 4.5; el carbón, otra fuente de ingreso, también se redujo considerablemente; quebró las EPS, la salud está en su peor momento; en tres años ha cambiado su gabinete en 4 oportunidades.

La inseguridad del país está igual o peor que en los años 90; las fuerzas militares están humilladas, desmoralizadas, con presupuesto bajo, apenas para subsistir; su propio ex ministro de Relaciones Exteriores lo acusan de consumir cocaína y para rematar su esposa lo dejó luego que él se paseara en Panamá agarrados de las manos con un travesti.

Lo dejo hasta aquí porque si sigo puedo escribir 20 páginas de las atrocidades que le ha causado este señor a Colombia; para finalizar, uno de sus alfiles se las trae montada al expresidente Álvaro Uribe, al punto que con artimañas jurídicas y la influencia del poder ha logrado una condena judicial en su contra; no le perdonan los golpes que le dio a las guerrillas.

Saquen ustedes sus conclusiones si Gustavo Petro, es el presidente que representa la vida.

JPM

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