Perú despierta con su séptimo presidente en menos de una década tras la destitución de Dina Boluarte

Lima, Perú. – Los peruanos amanecieron el viernes con un nuevo presidente: José Jeri, un joven abogado de 38 años con escasa experiencia política, quien asumió las riendas del país tras la destitución relámpago de la presidenta Dina Boluarte en una sesión nocturna del Congreso que sacudió los cimientos del poder en Lima.
Boluarte, ampliamente impopular y señalada por su incapacidad para contener la ola de criminalidad que azota al país, fue removida de su cargo tras meses de desgaste, protestas y controversias. Su gobierno, marcado por escándalos y divisiones internas, terminó de colapsar luego de que el Congreso aprobara su impeachment por “incapacidad moral permanente”, una figura legal que en Perú se ha vuelto casi rutinaria.
El nuevo mandatario, José Jeri, quien apenas había asumido la presidencia del Congreso en julio, juró en la madrugada del viernes y prometió reconciliación nacional, lucha contra el crimen y neutralidad política de cara a las elecciones presidenciales previstas para abril. “Mi compromiso es con el pueblo, con la estabilidad y con un proceso electoral justo y transparente”, expresó Jeri en su primer discurso oficial.
El desgaste de Boluarte
La caída de Dina Boluarte se veía venir. Su administración fue señalada por falta de liderazgo, denuncias de corrupción y un creciente descontento social ante la inseguridad ciudadana. En un intento por defenderse, la exmandataria culpó parcialmente a la inmigración ilegal del aumento de la delincuencia.
“Este crimen ha estado incubándose durante décadas y se ha fortalecido por la inmigración ilegal, que las administraciones anteriores no supieron controlar”, declaró Boluarte en una ceremonia militar esta semana. “Han abierto las puertas de nuestras fronteras y permitido que ingresen criminales sin restricción alguna.”
Sus declaraciones fueron duramente criticadas tanto dentro como fuera del país, acusándola de discriminar y desviar la atención de los verdaderos problemas estructurales del Perú.
El presente incierto
Tras su destitución, el abogado de Boluarte, Juan Portugal, confirmó a la emisora RPP que la expresidenta permanece en su residencia en Lima y que no tiene intención de solicitar asilo político. “Ella está tranquila y dispuesta a colaborar con las autoridades dentro del marco legal”, aseguró.
Mientras tanto, el país enfrenta una nueva etapa de incertidumbre política, sumando ya siete presidentes en menos de diez años, una cifra que refleja la profunda inestabilidad institucional que atraviesa el Perú desde la caída de Pedro Pablo Kuczynski en 2018.
El nuevo mandatario, José Jeri, asume en medio de una sociedad polarizada, una economía en desaceleración y una ciudadanía agotada por la corrupción y la violencia. Su reto será monumental: recuperar la confianza de un país que ha perdido la fe en sus gobernantes y conducir una transición pacífica hacia las elecciones de abril.