Patrocinio gubernamental a “influencer” y programas cargados de malas palabras y vulgaridades
Con tecnología y la evolución al paso del tiempo, los medios de comunicación tradicionales,
Los que quedan, muchos transformados y en una lucha permanente por prevalecer y seguir jugando el importante rol social que desempeñan, están con el grito al cielo, por los altos costos de producción, la falta de apoyo publicitario y la competencia brutal de unas redes que operan sin el mínimo control ético ni moral.

Dura y penosa realidad que encuentra eco o caldo de cultivo en una sociedad en franca involución, con irresponsables o extraviados que alimentan el facilismo, el irrespeto a las tradiciones, la inversión de valores y hasta les importa un bledo el riesgo que corran los intereses patrios.
Esto viene a cuenta, enterados de que en la última LASemanal el presidente Abinader favoreció que la publicidad oficial – que la oposición dice que es muy voluminosa, pero que los medios tradicionales, serios, decentes y que no dañan con vulgaridades extremas, no la
El jefe del Estado lo dice y, de seguro, no sabe del credo (o grosera iniquidad), de eso se trata, ni la mitad. Porque hay medios con 20, 30 y más años desapareciendo o a punto de eso, por muy poco o ningún apoyo publicitario oficial, pese al Estado ser el principal colocador y sostén, que es función social, pues un medio que desaparece es una ventana que se lecierra a la democracia.
Mucha gente no se queja por delicadeza y respetarse, pero es ofensivo que a un productor de un medio acreditado se le coloque, por ejemplo, cincuenta mil, cien mil pesos o nada, mientras otro (a) de una sola institución oficial recibe contrato de nueve millones o más.
Lo de la alta suma en publicidad oficial es verdad, solo que, en un pervertido criterio, no sabemos de qué “teórico” enemigo del gobierno, la mayoría de las instituciones, quizá con la excepción de BANRESERVAS, han entrado en la onda de preferir y patrocinar con altas sumas “influencer” y
jpm-am
Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.