
Redacción.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció un plan de acción de 74,2 millones de dólares (64,5 millones de euros) para apoyar la recuperación del este de Cuba tras el paso del huracán Melissa, de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson.
El programa, presentado por la Oficina del Coordinador Residente de la ONU en Cuba, busca atender a 1 millón de personas y llama a una acción urgente para proteger a grupos vulnerables y recuperar servicios esenciales.
El informe resalta que “la magnitud de los daños es profunda”, con 2,2 millones de personas afectadas en las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo, donde se registran graves afectaciones en viviendas, servicios básicos, comunicaciones y seguridad alimentaria.
Viviendas, infraestructuras y cultivos
Unas 60.000 viviendas sufrieron daños, muchas con techos destruidos o inundadas, y se prevé que la cifra aumente. Además, 461 centros médicos resultaron afectados, incluido el hospital Juan Bruno Zayas en Santiago de Cuba, con daños en servicios esenciales como diálisis y atención a embarazadas.
También se reportan daños en 1.552 escuelas (57% de los centros educativos), afectando a más de 670.000 estudiantes. El Ministerio de Educación advirtió que el regreso a clases será asimétrico en las zonas afectadas.
En el ámbito agrícola, se registran pérdidas masivas en plátano, maíz, yuca, café, viandas y hortalizas, con más de 78.700 hectáreas dañadas, lo que agrava la crisis alimentaria y económica de las comunidades rurales.
Servicios básicos colapsados
El 75% de la telefonía móvil y el 90% de las radio bases están fuera de servicio en las provincias orientales. El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) presenta graves fallas por la rotura de cables y postes, mientras el acceso al agua potable se encuentra comprometido por daños en los sistemas de bombeo y distribución.
El transporte también se ha visto afectado, con trenes cancelados y aeropuertos aún en evaluación, aunque el de Santiago de Cuba reabrió parcialmente.
El huracán Melissa golpeó cinco provincias orientales con vientos de hasta 200 km/h y precipitaciones de 400 mm, dejando 120.000 personas evacuadas.
La ONU destacó que Cuba, excluida de las principales instituciones financieras internacionales, tiene acceso muy limitado a fondos de recuperación, y pidió apoyar los esfuerzos nacionales para atender la emergencia.
Varios gobiernos y agencias internacionales ya han anunciado donaciones y programas de ayuda para enfrentar la crisis en la isla.