La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha reclamado una «reforma integral y eficaz» de los métodos de la Policía brasileña tras el cruento operativo de este martes contra la organización criminal Comando Vermelho en dos barrios de favelas en la zona norte de Río de Janeiro, que ha dejado ya 132 muertos.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha señalado que si bien es consciente de los desafíos de lidiar con este tipo de organizaciones, las numerosas muertes –«que afectan de manera desproporcionada a personas negras»– suscita preguntas sobre cómo se llevan a cabo esas operaciones.
ACABAR BRUTALIDAD EXTREMA DE LA POLICIA BRASILEÑA
«Durante décadas, la alta letalidad asociada a la labor policial en Brasil se ha normalizado (…) Brasil necesita acabar con el ciclo de brutalidad extrema y garantizar que las operaciones de seguridad pública estén en sintonía con los patrones internacionales sobre el uso de la fuerza», ha señalado en un comunicado.
Turk ha explicado que esa reforma pasa por una estrategia basada en el respeto de los Derechos Humanos. «Cualquier uso de la fuerza potencialmente letal deber estar en línea con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación», apunta el alto comisionado.
FUERZA LETAL SOLO PARA SALVAR VIDAS Y EVITAR DAÑOS GRAVES
«La fuerza letal solo ha ser utilizada cuando sea estrictamente necesaria para proteger vidas o evitar daños graves», ha incidido el funcionario de Naciones Unidas, quien también ha apuntado hacia la necesidad de las autoridades brasileñas de abordar el «racismo sistémico» que sufren en el país las personas negras.
Según cifras de Naciones Unidas, las muertes de personas negras a manos de la Policía en Brasil «no solo generalizadas, sino que también se cometen de manera sistemática» y estima que unas 5.000 mueren cada año por la violencia policial, principalmente jóvenes negros que viven en áreas empobrecidas.
«Las reformas son urgentes y necesarias para evitar que se repita. Estas violaciones no pueden quedar impunes», ha subrayado Turk.
an/am