viernes, julio 4, 2025
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Medidas improvisadas aumentan el caos vial y la indignación ciudadana

El Gobierno sigue sin levantar los pies del suelo, atrapado en una dinámica de decisiones apresuradas, sin consenso, planificación ni estudio de impacto. La indignación ciudadana no es casual: se gana a pulso cada vez que se imponen medidas desconectadas de la realidad.

El ejemplo más reciente son las nuevas disposiciones de tránsito. Prohíben girar a la izquierda, pero no ofrecen retornos viables. ¿La alternativa? Algunos ciudadanos bromean con que lo único que queda es llegar a Boca Chica y devolverse en yola. Pero el problema es serio, y la burla solo evidencia el nivel de frustración.

En medio de un panorama marcado por los altos precios de los alimentos, los apagones constantes, la inseguridad y el desempleo, las autoridades responden llenando las esquinas de agentes de la Digesett, no para orientar ni resolver, sino para multar. ¿Eso es gestión o abuso disfrazado de control?

La ciudadanía está harta del caos presentado como orden. Exige planificación real, soluciones efectivas y una gestión que no castigue al pueblo por errores del propio Estado. Gobernar no es improvisar. Gobernar es prever, dialogar y actuar con responsabilidad.