martes, octubre 14, 2025
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María Corina Machado gana el Premio Nobel de la Paz por su lucha incansable por la democracia en Venezuela

Oslo / Caracas. – La líder opositora venezolana María Corina Machado, reconocida por su firme activismo a favor de la democracia y los derechos humanos, fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su larga y valiente cruzada contra la dictadura en su país. Machado, de 58 años, recibió la llamada antes del amanecer de Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel Noruego, quien le comunicó la histórica decisión. Conmovida, la dirigente apenas atinó a decir: “Oh, Dios mío… no tengo palabras. Gracias infinitas, pero deben entender que este es un movimiento, un logro de toda una sociedad; yo solo soy una persona.” El Comité Nobel de Noruega destacó su perseverancia y compromiso inquebrantable con los valores democráticos frente a la represión política, el exilio forzado y la persecución sistemática.

Machado no es una figura tradicional dentro del panorama de los laureados con el Nobel de la Paz. Conservadora y abiertamente admiradora de Margaret Thatcher, la política venezolana ha sido una voz firme contra el régimen chavista desde sus inicios. Su estilo directo y combativo la ha convertido tanto en símbolo de esperanza como en figura polémica. Ingeniera industrial de profesión, dejó el sector privado para dedicarse a la lucha cívica. Desde principios de los años 2000, ha sido una de las opositoras más consistentes al legado de Hugo Chávez y al régimen de Nicolás Maduro, denunciando fraudes electorales, censura mediática y violaciones a los derechos humanos. Ha mantenido una postura cercana a administraciones republicanas en Estados Unidos, incluyendo las de George W. Bush y Donald Trump, defendiendo la idea de que la comunidad internacional debe actuar con firmeza ante las dictaduras.

La noticia también tuvo repercusiones inesperadas en Washington. Según fuentes cercanas, el presidente Donald Trump, quien recientemente anunció un acuerdo de cese al fuego entre Israel y Hamas, había expresado en privado su deseo de recibir el Nobel de la Paz por sus gestiones internacionales. El anuncio del premio a Machado fue interpretado por muchos como un reconocimiento a la resistencia ciudadana y no a la diplomacia presidencial. En palabras del portavoz de la Casa Blanca, Steven Cheung, “el presidente Trump seguirá haciendo acuerdos de paz, salvando vidas y terminando guerras; el Comité Nobel, en cambio, ha demostrado una vez más que prefiere la política sobre la paz.”

El trabajo de Machado ha abarcado más de dos décadas. En la primera etapa, su lucha fue preservar la frágil democracia venezolana ante el avance autoritario del chavismo. En la segunda, su objetivo ha sido reconstruirla desde las ruinas que dejó el régimen de Maduro, acusado por observadores internacionales de realizar elecciones amañadas y reprimir con dureza a la oposición. Machado ha enfrentado persecuciones, amenazas y descalificaciones, pero nunca ha dejado de participar activamente en la política y de movilizar a la sociedad civil. Su mensaje al recibir el Nobel fue contundente: “Hago un llamado a todos los que rechazan el autoritarismo y creen en la libertad: únanse al pueblo venezolano en esta causa noble. No descansaremos hasta ser libres.”

El Premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado marca un hito histórico para América Latina. En medio de una región donde la democracia enfrenta múltiples desafíos, su reconocimiento simboliza el valor de la resistencia civil y el poder de la perseverancia frente a la represión. En Caracas, miles de venezolanos salieron a las calles a celebrar el anuncio, ondeando banderas nacionales y coreando su nombre. Para muchos, este galardón no solo honra a una mujer, sino a toda una nación que ha resistido con dignidad más de dos décadas de autoritarismo.