
Santo Domingo.- En el marco del 50 aniversario de la institución, Hogar Crea Dominicano realizó con éxito la quincuagésima Ceremonia de Reeducación, dedicada a la memoria de su fundador, don Leopoldo Díaz, quien falleció el pasado 9 de noviembre, dejando un legado inmortal en la lucha contra las adicciones.
El director ejecutivo, Julio Manuel Díaz Capellán, hijo del fundador, afirmó que esta ceremonia “representa la mayor expresión de gratitud hacia quien entregó su vida a rescatar miles de seres humanos. Esta graduación la dedicamos completamente a Don Leopoldo Díaz, cuyo legado seguirá iluminando el camino de Hogar Crea Dominicano”.
En esta ocasión, 600 hombres y mujeres concluyeron con éxito el programa terapéutico, disciplinario y social de la institución, siendo reintegrados a la sociedad como ciudadanos renovados, preparados para trabajar, reconstruir sus familias y convertirse en agentes positivos dentro de sus comunidades.
El legado de don Leopoldo Díaz
La obra de Hogar Crea nació del dolor personal de su fundador. En los años 70, don Leopoldo vio a su hijo caer en el mundo de las drogas y transformó ese sufrimiento en una misión de vida: crear un método de recuperación digno, humano y eficaz.
Ese camino lo llevó a Puerto Rico, donde encontró un modelo basado en la reeducación del carácter, orientación psicológica y desintoxicación progresiva, que permitió la recuperación de su hijo y el inicio de la institución que hoy es una de las más grandes obras sociales del país.
Fundada en 1975 en Alma Rosa, Hogar Crea se ha expandido a más de 40 hogares, atendiendo a miles de personas de todas las clases sociales y ofreciendo esperanza donde antes había desesperanza.
Durante 50 años, don Leopoldo fue el alma y motor de la institución. Su disciplina, bondad, integridad y entrega absoluta lo convirtieron en un ejemplo moral que trascendió generaciones. Su partida deja un vacío, pero su legado continúa bajo el liderazgo de su hijo, Julio Manuel Díaz Capellán, quien afirmó: “Mi padre se fue orgulloso de su obra. Hoy reafirmamos nuestro compromiso de salvar vidas, restaurar familias y defender la dignidad humana”.
La ceremonia se celebró en el Salón Independencia del Ministerio de Defensa, ubicado en la Avenida 27 de Febrero esquina Luperón, Distrito Nacional.