miércoles, septiembre 17, 2025
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Francisco Tavárez visita el Muro de los Lamentos en Jerusalén y relata la experiencia de fe y tradición

Jerusalén, Israel. – En un reporte especial para El Demócrata, su director, Francisco Tavárez, compartió las impresiones de su visita al Muro de los Lamentos, uno de los lugares más sagrados y representativos de la tradición judeocristiana.

“Es una experiencia única viajar esta larga distancia desde República Dominicana para poder aprender no solo de la tradición, sino también de la fe”, expresó Tavárez al describir la solemnidad del lugar. Para el periodista y comunicador, estar en Jerusalén es “altamente significativo”, no solo en lo espiritual, sino también en su misión de informar sobre la realidad que se vive en Israel y la región.

El Muro de los Lamentos, explicó, representa los vestigios del antiguo templo de Jerusalén, destruido por los romanos en el año 70 d.C. Allí, miles de fieles llegan cada año para elevar plegarias, colocar peticiones en pequeños papeles entre las piedras y conectarse espiritualmente con Dios.

Durante su recorrido, Tavárez estuvo acompañado de un guía local, quien profundizó en la importancia histórica y religiosa del lugar. “El muro representa lo que es el último vestigio que ha quedado del antiguo templo, el sitio donde Dios habitaba entre su pueblo. Por eso este lugar sigue siendo un punto de encuentro no solo para judíos, sino también para cristianos que desean entrar en contacto directo con la divinidad”, explicó.

El guía también destacó que las oraciones en el Muro se realizan tres veces al día —mañana, mediodía y atardecer—, siguiendo la tradición judía. Asimismo, mencionó la costumbre de depositar escritos con peticiones o agradecimientos, los cuales son retirados dos veces al año y llevados al Monte de los Olivos para ser incinerados.

La visita de Tavárez coincidió con la celebración del Shabat, día sagrado para los judíos, lo que le permitió presenciar de primera mano la espiritualidad que rodea este rito semanal dedicado a Dios, la familia y la oración.

Para Tavárez, esta experiencia no solo tiene un valor personal como creyente, sino también periodístico, pues reafirma la misión de El Demócrata de narrar con respeto y profundidad los hechos que marcan a Medio Oriente, desde el conflicto israelí-palestino hasta las tradiciones que mantienen vivas la fe y la esperanza de millones de personas en todo el mundo.