lunes, octubre 20, 2025
Economicas

Elucubraciones fiscales (2). OPINION

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EL AUTOR es economista y docente universitario. Reside en Santo Domingo

Amigo Lector:

En mi entrega anterior, publicada en el mes de mayo, del año en curso, insistía en que una política fiscal errónea, ya sea excesivamente expansiva, excesivamente restrictiva o simplemente mal dirigida, puede tener diversas repercusiones según la etapa de desarrollo de un país. De ahí que, en esta oportunidad, trataré de responder estas tres interrogantes:

1-¿Funcionan las rebajas de impuestos?

2-¿Son buenas para los trabajadores, las familias y las empresas?

3-¿Son buenas para la economía y el bienestar social?

I-Consideraciones ideo pragmáticas:

Los economistas conservadores pudieran estar de acuerdo, siempre que el gobierno pueda financiar sus funciones principales.

Los economistas, de la línea de Keynes,  dicen que a veces, pero sólo si se dirigen a las personas de ingresos bajos y medios. Las rebajas de impuestos para los «ricos», dicen, siempre son malas.

En ambos casos, debemos de tener en cuenta lo siguiente: ¿Cuál es el nivel adecuado de impuestos? Veamos:

1-Si se gravan muy poco, no habrá suficiente dinero para lo básico, como el ejército, la policía, los bomberos, los tribunales y las carreteras y otras inversiones de capital.

2-Si se gravan demasiado, nadie se motiva a trabajar. Si nadie trabaja, no hay nada que gravar y por ende, malestar social.

Esto nos conduce al trillo del siguiente Dilema: ¿Pueden las rebajas de impuestos generar más prosperidad y proporcionar al gobierno los ingresos que necesita?

II-Un ejemplo que podríamos tomar en cuenta

La Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 (Tax Cuts and Jobs Act-TCJA) , también conocida como la reducción de impuestos de Trump, promulgada el 22 de Diciembre del 2017. En resumen, esta ley puntualiza lo siguiente:

Ø  Redujeron la tasa del impuesto sobre la renta entre 2 y 4 puntos porcentuales. Aplica a los Asalariados y a las pequeñas empresas.

Ø  ¿Corporaciones? Reducción de impuestos, del 35% (una de las más altas del mundo) al 21%. Esto generó otro beneficio: miles de millones de dólares que las corporaciones tenían en el extranjero, en países con tasas impositivas más bajas, regresaron a Estados Unidos.

Ø  El proyecto de ley también aumentó el crédito tributario por hijo, reduciendo aún más la obligación tributaria de los hogares.

III-¿Funcionaron estos recortes de impuestos?

1-El recorte de impuestos promedio para los contribuyentes de ingresos medios y trabajadores osciló entre US$1,500 y US$3,000 dólares por trimestre.

2-La mitad inferior de los asalariados experimentó la mayor reducción en la cantidad de impuestos que pagaron, o sea, más del 16%.

IV-El anatema de la controversia

Entonces, Amigo Lector, me permito plantearle esta interrogante:

¿Por qué los críticos de estos recortes de impuestos afirman que solo ayudaron a los ricos? . Veamos:

En este caso, debemos aplicar el sentido común: Cuando se reducen las tasas impositivas, aunque sea mínimamente, a alguien que ya paga muchos impuestos, éste verá grandes ahorros.

Por ejemplo, si un Ricachón Comercial obtiene un recorte de impuestos del 1%, esa cifra será enorme. Pero para una familia con ingresos de clase media, la cifra será claramente mucho menor. Son solo cálculos aritméticos elementales.

NOTA 1.: Ahora bien, lo que no se discute es quienes ganan más pagan la mayor parte de impuestos, en Norteamérica y con creces. En 2021, el 10% más rico pagó el 76% de los impuestos federales sobre la renta, y el 1% más rico pagó el 46%.

Quizás, en lugar de denigrar a estas personas, deberían los norteamericanos agradecerles. Financian una cantidad realmente desproporcionada de servicios y beneficios gubernamentales.

Ahora bien, los críticos insisten en señalar lo siguiente: , ¿Qué pasa con esas corporaciones codiciosas que se embolsaron los recortes de impuestos y no los trasladaron a sus empleados? Veamos:

 Primero, deben saber que las corporaciones NO pagan estos impuestos. Nosotros, los consumidores, sí. Las corporaciones los incluyen en el precio de los bienes y servicios que compramos. Ellas trasladaron las reducciones de impuestos a sus empleados.

Segundo, En el año posterior a la entrada en vigor de los recortes de impuestos, la renta familiar media aumentó en 5.000 dólares trimestrales y los salarios crecieron un 4,9 %.

He aquí algunos ejemplos, según se puede consultar en las páginas del IRS (ISR) de estas tres grandes corporaciones:

1-Chipotle invirtió más de un tercio de sus ahorros fiscales en bonificaciones en efectivo y acciones, y en mejoras en beneficios como la baja por maternidad o paternidad y la discapacidad a corto plazo para sus 71.000 empleados.

2-CVS aumentó el salario inicial a 11 dólares por hora, pagó aumentos en las primas del seguro médico y creó un programa de baja por maternidad remunerada.

3-Lowes otorgó a miles de empleados por hora bonificaciones de hasta 1.000 dólares, 10 semanas de baja por maternidad remunerada a los trabajadores a tiempo completo y hasta 5.000 dólares en ayudas para la adopción.

Nota 2.: Impuestos más bajos, más dinero en el bolsillo, más dinero en el Tesoro estadounidense. Una situación en la que todos gananlas rebajas de impuestos funcionan!!!

La gran Paradoja: Si unos impuestos más bajos se traducen en mayores ingresos, salarios más altos y mayores ingresos públicos: ¿Por qué alguien querría impuestos más altos?  ¿Tienen ustedes, apreciados lectores una respuesta?

V-Caso de la República Dominicana.

Amigo Lector: En nuestro país, la República Dominicana, el debate sobre las rebajas fiscales no es ajeno, aunque suele estar envuelto en tecnicismos, promesas políticas y una realidad económica que exige pragmatismo. ¿Funcionan las rebajas de impuestos aquí? ¿Son buenas para las familias, los trabajadores y las empresas? ¿Son buenas para la economía nacional? Veamos algunos ejemplos concretos:

1-Pequeñas empresas y emprendedores: Cuando se implementó la Ley de Emprendimiento (Ley 688-16), se ofrecieron incentivos fiscales a nuevos negocios registrados formalmente. Esto permitió que cientos de microempresarios —desde salones de belleza  hasta colmados, accedieran a exenciones temporales del ITBIS y del Impuesto sobre la Renta.

 Resultado: formalización, acceso a crédito y crecimiento sostenido en sectores populares.

2-Familias trabajadoras: En años recientes, se han propuesto aumentos al monto exento del Impuesto Sobre la Renta para asalariados. Si se aplicara con firmeza, esto significaría que un maestro  o una enfermera  podrían ver un alivio fiscal mensual que les permita cubrir mejor sus necesidades básicas, sin comprometer la recaudación estatal. Sin embargo el tema de la indexación salarial anual, todavía NO se cumple.

3-Sector corporativo: Algunas zonas francas, como las de Santiago y La Vega, han gozado de regímenes fiscales especiales que les permiten reinvertir utilidades en infraestructura, capacitación y expansión. Empresas textiles y manufactureras han generado miles de empleos, demostrando que:  Una política fiscal inteligente puede ser motor de desarrollo regional.

4-Recaudación y eficiencia: La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha modernizado sus sistemas de facturación electrónica y trazabilidad fiscal. Esto ha permitido que, incluso con ajustes en tasas impositivas: Se recaude más gracias a la formalización y la reducción de la evasión. ¡Menos presión tributaria, más eficiencia recaudatoria!

5-Impacto en el consumo: Cuando se han reducido temporalmente aranceles o se han eliminado impuestos a productos básicos —como el arroz, el aceite o el pollo— se ha observado un aumento en el consumo y una mejora en el poder adquisitivo de los hogares. Esto dinamiza la economía desde abajo, donde vive la mayoría.

Entonces, ¿Funcionan las rebajas de impuestos en la República Dominicana?

Sí, pero solo si están bien dirigidas, acompañadas de transparencia, y pensadas para fortalecer tanto al ciudadano como al Estado. Rebajar por rebajar puede ser populismo fiscal. Rebajar con propósito puede ser justicia económica.

NOTA 3.: La gran tarea pendiente es diseñar una política tributaria que no castigue al que produce ni al que consume, sino que premie al que formaliza, al que educa, al que invierte, y al que trabaja. Porque en este país, como en todos, los impuestos deben ser un pacto de confianza, no una carga sin retorno.

VI-Conclusión

Amigo Lector:

La política fiscal no es un juego de sumas y restas, sino un arte de equilibrio entre lo justo y lo posible. Las rebajas de impuestos, bien diseñadas y mejor aplicadas, pueden ser una herramienta poderosa para dinamizar la economía, aliviar a las familias y fortalecer el tejido productivo. Pero mal dirigidas, se convierten en espejismos que benefician a pocos y comprometen a muchos.

En la República Dominicana, donde la informalidad convive con la “creatividad” (evasión), y donde el esfuerzo diario, de miles de ciudadanos, sostiene la nación urge una política tributaria que no castigue al que trabaja ni premie al que evade.

Necesitamos un pacto fiscal que inspire confianza, que simplifique el cumplimiento y que devuelva al contribuyente algo más que recibos: dignidad, seguridad, compromiso, calidad de vida y futuro.

Porque al final del día, los impuestos no son solo cifras: son un reflejo de lo que valoramos como sociedad. Y si aspiramos a una nación más justa, más próspera y más solidaria. De ahí que: Debemos comenzar por preguntarnos no cuánto pagamos, sino para qué y para quién.

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