viernes, octubre 24, 2025
Opinion

El problema de los motoristas

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EL AUTOR es médico y abogado. Reside en Santo Domingo

Manejar en las grandes ciudades del país se ha convertido en una tarea de alto riesgo. Mientras uno se desplaza, confiado, en su carril, cuando menos lo espera lo rebasa a alta velocidad del lado derecho un motorista, aprovechando el pequeño margen que se deja entre el vehículo y el contén. Y segundos después lo hacen otros del lado izquierdo, que se introducen en el pequeño espacio dejado entre los vehículos que ocupan ambos carriles, como si estuvieran en una competencia.

Y mientras uno espera en un semáforo la luz verde, se escurren por detrás y por delante avanzando por donde apenas cabe una persona lateralizada, de modo que aun en esas circunstancias hay que estar pendientes de ellos, porque ante el menor descuido aun el conductor más prudente puede atropellar a uno, con el agravante de que suelen llevar en la parte posterior a uno o dos pasajeros.

Es mucho lo que se ha hablado del asunto, porque el índice de accidentes de motocicletas en el país es alarmante. Según registros ocurren alrededor de 100 accidentes de motocicletas diariamente en el país, los que en 2024 arrojaron un saldo de 1,513 muertos y, según el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre, aproximadamente el 70% de los accidentes de tránsito involucran motoristas.

Así, en el operativo de Navidad y Año Nuevo 2024-2025 se reportaron 262 accidentes de tránsito, de los cuales 206 fueron causados por motoristas.  La mayor parte de estos accidentes ocurrieron en el Distrito Nacional, que  concentra el 26.2% de los vehículos registrados a personas físicas.

Parque vehicular en el país

Actualmente en el país existe un total de 3,063,704 unidades de motocicletas, lo que indica que por cada 4 dominicanos hay una. A esto hay que agregarle el total de vehículos de cuatro ruedas o más, que alcanza la cifra de 3,063,704 unidades. Al cierre de 2024, el parque vehicular superó los 6,100,000 unidades; esto equivale alrededor de 507.8 vehículos por cada 1,000 habitantes, y la tendencia actual de estas cifras es de crecimiento en un 6 por 100 anualmente.

Alta tasa de accidentes de motocicletas

Si consideramos las cifras previamente señaladas de accidentes de motocicletas y muertes anuales a causa de ellos podemos entender por qué nuestro país es considerado como uno de los países latinoamericanos con mayor tasa de accidentes de motocicletas, sin embargo no parece dársele a estos datos la importancia que merecen y las medidas adoptadas se limitan a exigir a quien conduce un motor que lleve casco protector, pero no así a quien viaja con él, como si este no lo necesitara.

Medidas a adoptar

Considero que ya es  tiempo de que se implementen con urgencia medidas de seguridad para proteger a los motociclistas y sus acompañantes y así disminuir la elevada tasa de accidentes mortales en los que estos se ven involucrados. No entiendo cómo a los expertos en la materia no se han ocurrido ideas acertadas para enfrentar la situación, pero como sucede en otras áreas muchas veces los simples observadores de la situación tienen propuestas más acertadas.

Sobre esta base, a mí se me ocurre que de momento se puede crear en cada calle un carril exclusivo para motocicletas de igual dimensión que el de los ciclistas y castigar con drasticidad al que se salga de dicho carril. En las intercesiones crear una franca de un metro delante de los vehículos que les permita acercarse al carril contrario si van a doblar. Igualmente castigar con drasticidad a los automovilistas que invadan el carril de motocicletas.

Otra medida indispensable, desde mi punto de vista, sería prohibir el motoconcho en motocicletas simples. Que como ocurre en Mao e Higuey  se usen cuquitas para transportar pasajeros y estas circulen por el carril de los automóviles. Así, en el entendido de que un motorista a quien transporta en su vehículo es a su esposa u otro familiar, se debe exigir que el acompañante use un casco protector.

De esa forma, desde mi óptica inexperta, se evitarían los rebases temerarios de los motoristas por espacios estrechos entre vehículos y se minimizarían los accidentes de motocicletas.

Desde luego, estas medidas deben ir precedidas de facilidades del gobierno para adquirir las cuquitas y una amplia campaña de concienciación, cumplidas las cuales se debe actuar con drasticidad si se quiere evitar esas muchas muertes anuales, casi siempre de jóvenes.

jpm-am

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