El autor es licenciado en Diplomacia y Servicios Internacionales. Reside en Santo Domingo
Cada día vemos la tendencia del ciudadano dominicano a unirse a la ideología nacionalista. El filósofo Ernest Gellner describió el nacionalismo como un principio político enfocado en la congruencia entre la unidad nacional y la política.
No hay forma de que el pueblo dominicano pueda escapar a esta crisis inducida, cuando su política depende de mercenarios, empresarios y políticos extranjeros con grandes negocios en la minería y que visitan semanalmente a ministros y hasta al propio presidente.
El liderazgo nacionalista está surgiendo y creciendo, generando con ello mucho temor en sectores oscuros del poder político-empresarial cómplices de la desgracia y desventura de los ciudadanos humildes y la clase media y hasta grupos de su propia clase marginados por un pequeño sector burgués con aires de superioridad sobre la mayoría.
El nacionalismo defiende la identidad nacional, los valores, su territorio, la lengua, tradiciones y una histórica real. El nacionalismo no improvisa ni engaña; el nacionalismo tiene una doctrina sustentada en los próceres de la independencia y en héroes nacionales. El nacionalismo es antifusión y dispuestos al sacrificio supremo por la nación.
La autodeterminación nacional ante potencias coloniales y ante el colonialismo es fundamental para la doctrina nacionalista. La defensa de los intereses nacionales no es tema a discutir ni puede generar dudas ni temor.
La sociedad está cansada de ladrones, delincuentes, ilegales asesinos pertenecientes a las peores bandas de Haití, Centroamérica y hasta del Líbano y que cada día se organizan y estructuran generando más rechazo social.
El nacionalismo une y busca la cohesión social, jamás la división. Lo interno es fuente de consulta e inspiración sobre lo externo que destruye y contamina. El nacionalismo se compromete a sacar los ilegales de este país, sean de Haití, China, Rusia, del Líbano o de donde sea, aquí es necesaria, como dijo el creador de las Fuerzas Armadas y uno de los Fundadores de la República: «necesitamos una inmigración deseada».
Hoy día la patria nos necesita, nos llama, nos clama, por ello muchos grupos, movimientos, páginas, influencers, todos valientes quisqueyanos con vocación nacionalista e independentista hemos descifrado la gran angustia y dolor de nuestro pueblo: ¡Apoyemos el nuevo liderazgo nacionalista! ¡Hay que salvar el país!
jpm-am
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