El precio del petróleo registró un fuerte repunte tras el anuncio este miércoles de que las grandes petroleras rusas Lukoil y Rosneft habían sido incluidas en la lista de sanciones de EE.UU.
Así, la jornada anterior a la decisión del Departamento del Tesoro, la bolsa cerró con el barril de Brent cotizando a 61,32 dólares. Sin embargo, para las 06:07 (GMT) de este jueves, el precio había escalado hasta los 65,03 dólares, lo que supone un salto de más un 6 %.
Según Bloomberg, el mercado global se estaba preparando para un inminente exceso de oferta de petróleo, pero la nueva amenaza de interrupciones del suministro ruso lo sacudió, y los precios respondieron a las sanciones con una fuerte subida.
Alterando los mercados energéticos
La agencia señala que la imposición de sanciones a las petroleras rusas fue evaluada por el expresidente de EE. UU. Joe Biden en los últimos días de su mandato, pero no se decidió «por temor a alterar los mercados energéticos mundiales y provocar un alza de los precios del crudo».
Por su parte, Donald Trump calificó de «tremendas» las sanciones contra Rosneft y Lukoil, pero añadió que espera «que no duren mucho» y expresó la esperanza de que «se resuelva» el conflicto ucraniano. Además, admitió no estar seguro de que las nuevas sanciones influyan en la determinación de Moscú al respecto.
En este sentido, el investigador del Consejo de Relaciones Exteriores Thomas Graham dijo que «si la Casa Blanca cree» que las nuevas restricciones pueden influir de manera significativa en la política de Moscú con respecto al conflicto ucraniano, «se está engañando». «Las sanciones actúan lentamente, y el Kremlin ha demostrado ser muy hábil para eludir este tipo de medidas», concluyó.
- Desde Moscú han aseverado reiteradamente que los propios países que recurren a medidas antirrusas sufren sus consecuencias.
- El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió en junio pasado que imponer más sanciones a Rusia era «un arma de doble filo». «Cuanto más grave sea el paquete de sanciones, que consideramos ilegales, más grave será, digamos, el culatazo en el hombro, como por un arma», expresó. Agregó que solo se puede invitar a Rusia a la mesa de negociaciones «con lógica y argumentos» y no «mediante cualquier tipo de presión o fuerza».