DNCD y Ministerio Público ocupan más de 10 kilos de drogas en Capotillo
SANTO DOMINGO. – Agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), en coordinación con fiscales del Ministerio Público, ejecutaron una serie de allanamientos simultáneos en el sector Capotillo del Distrito Nacional, como parte de la Fase II de la operación contra el microtráfico en barrios de la parte alta de la capital. La intervención dejó como resultado la ocupación de más de 10 kilos de sustancias narcóticas y la detención de siete personas.
El despliegue operativo, integrado por más de 60 agentes antinarcóticos y siete fiscales, se enfocó en seis puntos identificados como centros de venta y distribución de drogas. Durante los allanamientos fueron confiscados 7,323 gramos de presunta cocaína, 1,155 gramos de marihuana, 1,646 gramos de una sustancia rocosa parecida al crack y una porción de material cristalino, presumiblemente molly.
Además de las sustancias controladas, las autoridades ocuparon 10 balanzas electrónicas, cuatro teléfonos celulares, un radio de comunicación, siete máquinas tragamonedas, así como RD$45,335 pesos en efectivo, presuntamente producto de las actividades ilícitas.
Los siete hombres arrestados serán presentados ante la justicia en las próximas horas para el conocimiento de medidas de coerción, por violaciones a la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas.
Esta nueva intervención se suma a los recientes esfuerzos del Ministerio Público, la DNCD y la Policía Nacional para erradicar el crimen organizado y el microtráfico en Capotillo, uno de los sectores más afectados por el narcotráfico en la capital. En semanas anteriores, las autoridades también desmantelaron una red de videovigilancia ilegal utilizada por grupos delictivos para monitorear los movimientos de las fuerzas del orden.
Las autoridades reiteraron su compromiso de mantener la presencia operativa en la zona hasta devolver la tranquilidad a los residentes del sector, garantizando un entorno más seguro para el desarrollo de sus actividades cotidianas.
La operación forma parte de una estrategia nacional de interdicción focalizada, impulsada por el gobierno y las agencias de seguridad, para reducir los puntos críticos de venta de drogas y frenar la expansión de estructuras criminales en sectores urbanos vulnerables.
