El presidente de la Sala de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Oscar Parra, habla en una rueda de prensa en Bogotá (Colombia).
Bogotá (EFE).- La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) imputó este jueves por crímenes de guerra y de lesa humanidad a tres generales retirados y a otros 27 militares del Ejército colombiano por su responsabilidad en 209 asesinatos y 65 desapariciones forzadas ocurridas en el departamento del Meta (centro) entre 2002 y 2007.
Entre los imputados están los brigadieres generales Carlos Ovidio Saavedra Sáenz y Francisco José Ardila Uribe, así como el mayor general Carlos Eduardo Ávila Beltrán, informó la JEP, tribunal creado por el acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y la desmovilizada guerrilla de las FARC.
La Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP estableció que, durante el proceso de consolidación del paramilitarismo en el Meta, se «configuraron estrechas relaciones entre integrantes del Ejército Nacional y el Bloque Centauros» de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los implicados eran integrantes del Batallón de Infantería No. 21 Pantano de Vargas (BIVAR), de la Séptima Brigada y del Gaula Rural Meta (GAMET), unidad encargada de la lucha contra el secuestro y la extorsión.
CRIMENES PRESENTADOS COMO BAJAS EN COMBATE
En la investigación, la Sala escuchó los testimonios de antiguos comandantes del Bloque Centauros de las Autodefensas, entre ellos Dairo Antonio Úsuga, conocido como Otoniel; Manuel de Jesús Pirabán, alias Pirata, y Luis Arango, conocido como Chatarro.
Como parte del Caso 03, que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentadas ilegítimamente como bajas en combate, la JEP explicó que los generales retirados fueron imputados «a título de autores por omisión impropia por los crímenes de desaparición forzada como crimen de lesa humanidad, en concurso con el crimen de guerra de homicidio en persona protegida y con el crimen de asesinato como crimen de lesa humanidad».
Saavedra y Ávila también fueron imputados por el «delito de homicidio agravado».
La Sala de Reconocimiento de Verdad enfatizó que los generales retirados «incumplieron sus obligaciones de proteger los bienes jurídicos de la población y de ejercer un control efectivo sobre sus subordinados».
an/am
Compártelo en tus redes: