martes, junio 24, 2025
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¡Basta de sangre! La violencia nos está devorando

Por Francisco Tavárez

La violencia en República Dominicana es un problema profundo, crónico y dolorosamente real. Con al menos 157 muertes violentas registradas en lo que va del 2024, cada vida perdida representa una tragedia irreparable para una familia, una comunidad y para todo un país que clama por paz.

Este lunes, el país amaneció con otra escena lamentable: un raso de la Policía Nacional y un civil murieron durante una absurda discusión por un turno de despacho en una estación de combustible en Santo Domingo Norte. Un conflicto trivial que terminó en tragedia, reflejo del clima de tensión y agresividad que se respira en nuestras calles.

La Policía Nacional ha hecho un llamado a la ciudadanía para fomentar la convivencia pacífica y el respeto mutuo. Es un mensaje oportuno, pero insuficiente. Las raíces de la violencia son mucho más profundas y están alimentadas por la socialización agresiva, la cultura del irrespeto, el fácil acceso a armas de fuego y el flagelo de las drogas, todos factores que siguen creciendo sin control.

El gobierno del presidente Luis Abinader no puede seguir mirando hacia otro lado. La Fuerza de Tarea asegura que la tasa de homicidios se mantiene en 8.3 por cada 100,000 habitantes, con un comportamiento «estable» en lo que va de mes. ¿Pero cómo se puede hablar de estabilidad cuando la ciudadanía vive con miedo, cuando la violencia toca cada vez más de cerca?

La violencia no es solo un tema de seguridad pública, es un tema de salud mental, de educación, de justicia social y de prevención integral. Es hora de que el Gobierno articule una política nacional de prevención de la violencia que vaya más allá de operativos y estadísticas.

No basta con contabilizar muertos. Hay que actuar antes de que los números sigan creciendo y la desesperanza se instale definitivamente en el corazón de nuestro pueblo.

La vida debe volver a tener valor en República Dominicana. Y ese cambio empieza hoy.