POR DELLANIRA HERASME FlORIAN
El abuso infantil es todo maltrato físico, psicológico, sexual o negligente perpetrado contra niñas, niños y adolescentes, lo que constituye una grave vulneración de sus derechos humanos que afecta desarrollo físico, emocional y social.
La recuperación de las secuelas es posible, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un profesor universitario en Miami, psicoterapeuta, especialista en Violencia Doméstica.
Su prevalencia en la República Dominicana y en los Estados Unidos es aún elevada, a pesar de las leyes vigentes en ambos países.
De acuerdo con la OMS, la exposición de los infantes a la violencia “tiene repercusiones inmediatas y a largo plazo” (como problemas de salud mental, retraso en el desarrollo, etc.)
El maltrato puede revertirse mediante intervenciones apropiadas, como lo afirma la OMS en la sección “Atención a niños víctimas de violencia», donde describe la guía para profesionales de atención primaria que trabajan con víctimas de maltrato infantil, lo que incluye apoyo psicosocial inmediato, evaluación de seguridad, interacción con cuidadores, etc.

“La realización de un diagnóstico adecuado por parte de un especialista (médico, psicólogo, psiquiatra, etc.), tomando en cuenta el tipo de abuso (físico, emocional, sexual etc.), la magnitud, frecuencia de los eventos, si se ofrece terapia que ayude al paciente a entender lo ocurrido, trabajar su autoestima, la seguridad en sí mismo, concientizarlo de que no fue su culpa, al tiempo de mantenerlo protegido y tratar de reinsertarlo al entorno familiar, si posible, ayuda a la reversión”, como lo expresa el Dr. José García, psicoterapeuta especialista en Violencia Doméstica
Tanto en los Estados Unidos como en la República Dominicana la prevalencia es significativa. En USA, en 2022, unos 1990 niños fallecieron por abuso. Hubo aproximadamente 558, 899 víctimas de abuso o negligencia, lo que equivale a cerca de 7,7 por cada 1,000 niños.
En 2023, unos 546,159 fueron violentados. Las formas más comunes de maltratos fueron: negligencia, con alrededor de 74 %, seguida de maltrato físico, con un 16 %, y el abuso sexual, con un10%. En ese mismo año, 21 de cada 1,000 de los bebés menores de un año, fue víctima de abuso.
Penosa realidad
Esto nos demuestra que, aún en un país desarrollado como USA, el maltrato infantil continúa siendo una penosa realidad, así como en el nuestro, en vía de desarrollo. En la República Dominicana, los informes señalan niveles alarmantes de abuso infantil, un problema vinculado a múltiples factores como la pobreza, falta de información, precariedad familiar, normalización de prácticas disciplinarias violentas, uso de drogas legales e ilegales, entre otros.
De acuerdo a la organización Misioneros Salesianos, “casi dos tercios de los niños menores de 14 años en la República Dominicana experimentan alguna forma de abuso físico, psicológico o verbal en el hogar»,y señala que el 50,7 % de los niños de 1 a 5 años reciben castigos físicos.
La encuesta ENHOGAR‑MICS 2019, realizada por la Oficina Nacional de Estadística, (ONE) junto a UNICEF, indica que el 65 % de las adolescentes dominicanas de 15 a 17 años, ha experimentado violencia sexual, en algún momento de su vida.
En USA la ley federal más significativa es la Child Abuse Prevention and 
Define maltrato infantil a nivel federal como “cualquier acto reciente o la falta de actuar por parte de un padre, madre o cuidador, que resulta en la muerte, daño físico o emocional grave, abuso sexual o explotación, o representa un riesgo inminente de daño serio».
Existe también la Amy, Vicky & Andy Child 
En Dominicana la principal normativa es la Ley No. 136‑03, del “Código para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes”, aprobada el 22 de julio de 2003. Establece que el Estado debe proteger a los menores “contra toda forma de abuso, maltrato y explotación, sin importar el medio que se utilice, incluyendo internet o cualquier vía electrónica”.
El artículo 396 define el abuso físico, psicológico y sexual. Establece una sanción de 2 a 5 años de prisión y multa de 3 a 10 salarios mínimos. Si existe negocio o tráfico de menores, la pena se duplica de 6 a 10 años.
Desafíos
A pesar de los avances, ambos países enfrentan desafíos. La fundación, Coalición de ONG por la Infancia de la República Dominicana señala que: “están las leyes, pero no necesariamente se cumplen, ni se asigna presupuesto suficiente para que lo previsto funcione”.
Mientras en los Estados Unidos, Human Rights Watch, (HRW), asegura que: «si bien la infraestructura es amplia, la incidencia de maltrato sigue siendo alta (uno de cada tres niños será parte de una investigación de bienestar antes de los 18 años». Indica además que los recursos federales son modestos, frente al problema.
Existen diferencias en cuanto a recursos, sistemas de protección, voluntad política para prevenir, detectar, sancionar y apoyar a las víctimas en ambos países, en común aún, una alta tasa de abuso, lo que debe hacer despertar al entorno, específicamente a los padres, a no permanecer ensimismados en distracciones diversas, perdiendo de vista el cuidado necesario, para evitar los diferentes abusos, muchos de los cuales provienen de familiares y allegados, en muchas ocasiones.
Muy importante recordar: “Cerrar los ojos, voltear la cara, nos hace cómplices del abuso”.
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