Vicente explicó que esta acción ampliaría la exención existente y reduciría la base de contribuyentes, afectando la recaudación fiscal. Recordó que desde 2017, cada Ley de Presupuesto General del Estado ha suspendido la indexación, pese a los reclamos anuales.
Según el exministro, el 78 % de los trabajadores formales no paga ISR y solo uno de cada cinco asalariados contribuye, por lo que “no tiene sentido seguir ampliando exenciones”.
Agregó que la República Dominicana combina una alta exención inicial con una tasa marginal baja del 25 %, mientras el promedio regional en América Latina ronda el 30 %. En contraste, países como Argentina, Bolivia, Guatemala, México, Paraguay y Perú no contemplan tramos exentos, ya que todo ingreso tributa desde el primer peso o dólar.
Vicente subrayó que, en un país donde la presión fiscal está por debajo del promedio regional, la prioridad debe ser fortalecer la recaudación y no aumentar los beneficios fiscales. Además, explicó que la tasa efectiva —lo que realmente pagan los asalariados tras aplicar exenciones y escalas— es significativamente menor que la tasa marginal.
