Mujer ultima a hija de 5 años con ayuda de su novio; la entierran en el patio de la casa

Redacción.- Un caso estremecedor en Itapetininga, San Pablo (Brasil), ha salido a la luz tras el hallazgo del cuerpo sin vida de María Clara Aguirre Lisboa, una niña de tan solo 5 años. La menor ha sido encontrada enterrada en una fosa poco profunda cubierta con cemento en la parte trasera de la casa donde vivía con su madre, Luiza Aguirre Barbosa da Silva, y su padrastro, Rodrigo Ribeiro Machado.
Según el comisario Franco Augusto, a cargo del caso, el cuerpo de la menor llevaba enterrado aproximadamente 20 días, lo que indica que la niña fue asesinada por la pareja a finales de septiembre y enterrada dos días después del crimen para ocultarlo.
La investigación arrancó gracias a la denuncia de la abuela paterna, Vanderleia Monteiro do Amaral, quien alertó a los Servicios de Protección Infantil sobre la desaparición de su nieta. Al principio, la policía trató el caso como una posible fuga o desaparición, sin imaginar la magnitud de la tragedia que se avecinaba.
La abuela relató que Rodrigo, de 23 años, era un hombre violento que agredía verbal y físicamente tanto a Luiza como a la niña. “Cada vez que mi nieta venía a casa, traía moretones en los brazos y piernas. Decía que se había caído, pero yo sabía que no era cierto”, ha explicado la abuela de la menor con angustia en diálogo con G1.
El 8 de octubre, los Servicios de Protección Infantil formalizaron la denuncia ante la Policía Civil, marcando el inicio oficial de la investigación. Sin embargo, un giro aún más impactante se produjo cuando el padrastro envió un audio al padre biológico de la niña. En este, le informaba crudamente de que la pequeña estaba muerta. “Tu hija está muerta. No existe más. No tienes más vínculo con Luiza ni con nadie. Deja de molestar”, dijo Rodrigo, según consta en la grabación.
El cuerpo ha sido encontrado este martes. Se hallaba en avanzado estado de descomposición, lo que ha impedido que se realizara un velatorio. Además, la autopsia ha podido comprobar que la niña presentaba lesiones provocadas por un objeto contundente, posiblemente una herramienta, antes de su muerte.
Finalmente han enterrado a la menor en el cementerio de Colina da Paz, solo con la presencia de la familia del padre biológico. María Clara es recordada por su familia como una niña cariñosa y juguetona, que disfrutaba de la compañía de sus primos. La abuela ha expresado su dolor: “Se ha convertido en un ángel. No sabemos qué hacer. Es desesperante; no puedo asimilar lo que ha pasado”.
Ese mismo día del hallazgo, la policía detuvo a Luiza y Rodrigo, quienes han confesado el crimen y han admitido haber enterrado el cuerpo para ocultarlo. Además, en la residencia se han encontrado 30 municiones reales y cinco cartuchos percutidos de calibre 38.
El martes 15 de octubre, tras la audiencia de custodia, el tribunal confirmó la prisión preventiva de ambos. Luiza fue trasladada a la cárcel de Votorantim, mientras que Rodrigo a la de Capão Bonito. Se espera que se enfrenten a cargos por homicidio agravado y ocultación de cadáver.
La investigación del caso está a cargo de la División de Investigaciones Generales (DIG) de Itapetininga. La policía ha solicitado pericias exhaustivas al Instituto de Criminalística (IC) y al Instituto Médico Legal (IML) para determinar la causa de la muerte de María Clara y reconstruir la dinámica de los hechos.