SANTO DOMINGO, RD.- Cada vez es más común observar en las calles y avenidas de la capital dominicana a personas en situación de indigencia, conocidas como los “hijos de nadie” por carecer de familiares que los respalden.
Esta problemática continúa siendo desatendida por las autoridades municipales y el Ministerio de Salud Pública. Parques, elevados, aceras y otros espacios públicos se han convertido en refugios improvisados para quienes sobreviven día a día en la calle.
Hombres y mujeres utilizan cualquier espacio disponible para pasar la noche y enfrentar la jornada diurna. La exclusión social, sumada a la ausencia de políticas estatales efectivas, ha provocado un aumento alarmante de la población que vive en situación de calle.
Estas personas presentan rostros cansados y desgastados, a menudo descalzos y con escasa higiene, reflejando la dureza de sus vidas y la indiferencia de la sociedad hacia su situación.
Actualmente, en República Dominicana no existen cifras oficiales sobre la población indigente ni estudios concluyentes que analicen las causas de este fenómeno, lo que dificulta la implementación de políticas públicas que puedan abordar esta problemática de manera efectiva.