
SANTO DOMINGO.- Los hermanos Antonio y Maribel Espaillat acudieron este miércoles a la Fiscalía del Distrito Nacional para cumplir con la medida de coerción que les obliga a firmar el libro de presentación periódica el día 30 de cada mes, como parte del proceso penal que enfrentan por el colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril.
La disposición, impuesta por la jueza Fátima Veloz del Primer Juzgado de la Instrucción, forma parte de un conjunto de medidas que incluye también una garantía económica de 50 millones de pesos, impedimento de salida del país y otras restricciones judiciales.
Ambos imputados están acusados de homicidio involuntario y golpes y heridas involuntarias, tras el derrumbe que dejó al menos 236 muertos y más de 180 heridos, según el expediente presentado por el Ministerio Público, que atribuye a los hermanos una grave negligencia por haber mantenido el local operativo pese a advertencias previas sobre fallas estructurales.
De acuerdo con la investigación, el establecimiento funcionaba en un edificio originalmente diseñado para cine, cuya estructura no resistía la carga adicional colocada en el techo. La Fiscalía sostiene que incluso horas antes del colapso hubo advertencias internas que fueron ignoradas.
Aunque la defensa asegura que ya se han alcanzado acuerdos extrajudiciales con más de 40 de las víctimas, entre ellas Zulinka Pérez, hija del fallecido merenguero Rubby Pérez, los querellantes y el propio Ministerio Público han apelado la decisión del tribunal, considerando que las medidas cautelares impuestas no corresponden con la magnitud de la tragedia ni con el número de víctimas.
Mientras tanto, los familiares de los afectados y sobrevivientes continúan exigiendo justicia y máxima transparencia en el proceso judicial.