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Abinader sobre tragedia en Naco: “Nos tocó muy de cerca” y pide mayor atención a salud mental

SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader expresó este lunes su pesar por el ataque ocurrido el pasado miércoles en un edificio residencial del ensanche Naco, en el que una mujer perdió la vida y otras cinco personas resultaron heridas. El mandatario reveló que la víctima mortal, Yolanda Handal Abugabir, tenía un vínculo estrecho con su entorno familiar.

“Esa tragedia nos tocó muy cerca. Yolanda era hermana de la asistente de mi esposa, la primera dama Raquel Arbaje, y cuñada del hijo mayor del expresidente Hipólito Mejía”, explicó Abinader durante su encuentro con los medios en La Semanal con la Prensa.

El jefe de Estado aprovechó para reflexionar sobre la importancia de fortalecer las políticas de salud mental en el país. Si bien reconoció que su gobierno ha emprendido algunas acciones, admitió que “aún son insuficientes para abordar la magnitud del problema”.

Refiriéndose al caso de Jean Andrés Pumarol Fernández, autor del ataque, Abinader señaló que se trata de un caso particularmente complejo, ya que el agresor tenía los medios y el acceso a tratamiento médico. “Aquí también entra en juego la responsabilidad familiar. Los pacientes deben cumplir con sus medicamentos y tratamientos. Hay situaciones donde, más que la política pública, lo que se necesita es cercanía y supervisión familiar”, enfatizó.

Ese mismo día, la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso tres meses de prisión preventiva a Pumarol, quien fue enviado al Centro de Corrección y Rehabilitación de Anamuya, en Higüey, donde se encuentra habilitado un pabellón psiquiátrico. Sus abogados sostienen que sufre de esquizofrenia paranoide.

Pumarol, de 30 años, atacó a sus víctimas con armas blancas en distintos apartamentos del edificio Dorado IV, en la calle Fantino Falco. Entre los heridos figuran su propio padre, Guillermo Pumarol, así como Teresa Fabián Heredia (70), Francisco Texano (68), Griselda Ozuna (48) y Victoria Heredia (36).

Según la Policía Nacional, el joven comenzó el ataque en su apartamento, en el quinto piso, y fue bajando por el edificio, tocando puertas y agrediendo a quienes abrían. Su familia emitió un comunicado señalando que el imputado llevaba más de una década bajo tratamiento psiquiátrico y seguimiento profesional.

El caso ha reavivado el debate sobre la atención a la salud mental en el país, la necesidad de reforzar la prevención y el acompañamiento familiar, y los mecanismos institucionales para actuar antes de que estas tragedias ocurran.