DAJABÓN.– Tres jóvenes implicados en el asesinato de cinco personas en un presunto punto de venta de drogas, en el municipio de Loma de Cabrera, aseguraron este martes haber sido víctimas de agresiones físicas y presiones psicológicas para admitir una culpa que, afirman, no les corresponde.
Durante su traslado al Palacio de Justicia de Dajabón, donde estaba pautada la audiencia para conocer medidas de coerción, los imputados denunciaron supuestas torturas por parte de agentes policiales. “Nos han dado golpes para obligarnos a decir que fuimos nosotros. Somos inocentes”, manifestó uno de los acusados frente a periodistas.
Los imputados son Junior Gómez Valenzuela, Luis Miguel de la Rosa y Héctor Alejandro Acevedo Estévez, conocido como Chico. Alegan que desde su detención han sido maltratados físicamente y coaccionados para ofrecer confesiones falsas. También señalaron que fiscales y policías “actúan en complicidad con bandas criminales de la zona”, aunque no ofrecieron detalles o pruebas de sus afirmaciones.
Reenvío de audiencia
La audiencia fue aplazada para el próximo miércoles 28 de este mes, debido a la ausencia del abogado defensor de uno de los acusados, lo que obligó a posponer el conocimiento de las medidas cautelares. La jueza ordenó mantener la prisión preventiva hasta la nueva fecha.
Contexto del caso
El hecho ocurrió recientemente en una zona rural de Loma de Cabrera, donde cinco personas —tres dominicanos y dos haitianos— fueron asesinadas en lo que la Policía Nacional ha vinculado a una disputa entre grupos rivales por el control del microtráfico de drogas.
Según versiones preliminares, los acusados irrumpieron en un punto de drogas con el objetivo de robar sustancias ilícitas y dinero. La escena dejó también a dos personas heridas que se encontraban en el lugar y que han sido claves en el proceso de identificación, según informó el Ministerio Público.
Mientras avanzan las investigaciones, organismos de derechos humanos han comenzado a prestar atención al caso, ante las denuncias de posibles abusos policiales. Las autoridades aún no se han pronunciado sobre las acusaciones de tortura hechas por los imputados.
