30 años vendiendo pollos, una casa, un local y tres hijos criados: así salió adelante una madre luchadora de Tamayo

Santo Domingo.- Antonia Jiménez Reyes, conocida como Sobeida, es un ejemplo de determinación y emprendimiento. Durante más de 30 años ha recorrido las calles de Tamayo, provincia Bahoruco vendiendo pollos casa por casa, una labor que transformó en el sustento y progreso de su familia.
Frente a tiempos difíciles y con pocos recursos, Antonia decidió no quedarse esperando a los clientes. Se montó en su motor, le colocó un cajón, y empezó a salir por las calles anunciando su llegada con una bocina.
Con lo que generó vendiendo pollos, construyó su propia casa, crió a sus tres hijos y levantó un local comercial, donde hoy en día sigue atendiendo a su clientela. “Todo lo que tengo es gracias al pollo”, afirmó con orgullo, destacando que incluso cuando las ventas bajaban, ella salía a buscarlas.
Antonia recuerda que comenzó vendiendo desde una vivienda alquilada. Cuando tuvo que dejarla, se propuso levantar la suya propia, y así lo hizo, poco a poco, fiando mercancía y trabajando sin descanso. Su persistencia la ha convertido en la principal fuente de ingresos de su hogar.
Durante una visita al municipio, el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa, conversó con ella y conoció su historia de superación. Antonia no solo representa a una emprendedora incansable, sino también a tantas mujeres dominicanas que, con esfuerzo diario, logran levantar a sus familias sin depender de nadie.
A otras mujeres que también buscan salir adelante, les aconseja: “Que sean luchadoras como yo, que no se detengan por nada en el mundo”.
Hoy, Antonia sigue encendiendo su motor cada mañana y recorriendo las calles de Tamayo, demostrando que los sueños sí se construyen, incluso desde un cajón lleno de pollos.